viernes, 27 de diciembre de 2013

Día 4 / Tarde - ¿A quién quiero?

Eran sobre las ocho de la noche. Caminábamos bajo el mismo paraguas, bajo una lluvia de verano en una ciudad donde la gente va y viene hacía todas las direcciones, las motos predominan en las carreteras y los puestos de comida abundan en cada esquina. Hacía calor, tenía sueño, estaba cansado de caminar todo el día, pero no me importaba... Ella estaba a mi lado.
Llevaba tiempo en aquella red social. Tenía amigos por todo el mundo y agregué a una chica de un país asiático. Era muy simpática y graciosa, más que las demás amigas de aquel país. Hacía muchas bromas, y yo también terminaba bromeando con ella. Un día decidí agregarla en otra red social, y me di cuenta de que no tenía fotos suyas, fotos donde se le viera el rostro. Me dijo que si que había una pero que no me diría cual era. Lo tomé como un reto y empecé a buscarla. Iba recordando detalles de cosas que me había dicho que tenía, como su cámara, hasta que encontré a una chica con la misma cámara.

-¡Te encontré! -Le dije mientras pensaba que no estaba nada mal. Es mi tipo.
Cada vez que hablaba con ella me reía mucho, pero nunca había pensado en que me gustase o algo, simplemente me gustaba como cualquier otra mujer guapa podría gustarme.

Por cosas de la vida terminé en ese país. No fui por nadie en especial, no fui por trabajo, no fui por estudios. Simplemente fui de vacaciones.

Aquella era la tercera ciudad en la que estaba, había llegado por la noche y una amiga me ofreció hospedaje. Antes de ir a su casa pasamos por la casa de aquella chica tan simpática con la que hablaba y a la que vi en una foto que encontré. Me había comprado cerveza y pollo, ofreciéndomelo como bienvenida. Llegando a casa comí algo de ese pollo, que estaba muy bueno, e intenté beber algo de la cerveza, a pensar de que no me gustaba por aquel entonces. Después de unos minutos de charla decidí ir a dormir para estar bien para el día siguiente.

La mañana del día siguiente fue un día más de turismo. Mi amiga hacía de guía explicándome la historia de cada lugar, cada escultura, cada templo. Por la tarde ella se reuniría con nosotros. Paseamos por la ciudad, comimos en buenos restaurantes, visitamos templos y lugares que eran un "must see". Cuando ya no sabíamos a dónde ir decidimos ir a un centro comercial, donde nos sentamos y empezamos a hablar.
-What kind of music do you listen to? -Preguntó mi amiga.
-Well... I listen to rock, metal, and that kind of music -Contesté mientras hacía la mano cornuta.
-Oh! ****** likes that kind of music too -Dijo refiriéndose a ella.
-Really? That's great! -Mientras sonreía- I like indie too, but that's because I like the sound of the bass guitar.
-I played the bass when I was in the university -Me dijo mientras yo pensaba en que teníamos gustos comunes.
Mientras escuchábamos la lista de música que tenía en el móvil, me comentaban la idea de ir a un karaoke pasado mañana.
-You'll be ok. I mean you have a lot of Japanese songs -Me decían mientras yo tarareaba algunas de las canciones que reproducía con el móvil.
-Te quiero -Dije mientras no apartaba la vista de sus ojos.
-Y yo a ti -Contestó mientras se acercaba humedeciendo sus labios para darme un beso.
Estábamos sentados en un banco cogidos de la mano mientras lo único que apreciábamos éramos nosotros. No nos importaba nada más. Era feliz. Sabía que no nos separaríamos. Estaba completo. 
Abrí los ojos y me quede un rato mirando el techo de la habitación. Fue un sueño... un bonito sueño. Me sentía raro, quería cerrar los ojos y volver a besarla; volver a estar a su lado. Hasta que decidí levantarme y darme una ducha.

Necesitaba contarle a alguien mi sueño, lo que sentía, y mi amiga era la única persona a la que podría contárselo. No conocía a nadie más en esa ciudad, así que se lo conté. Ellas eran muy amigas por lo que pensé que quizás luego se lo contaría una vez me fuese de ahí.
-I had a dream with ****** -Esperaba ver qué tipo de respuesta me daba.
-Really? What kind of dream? -Dijo con curiosidad y asombro.
-Don't think badly -Reí- It was a good dream. I liked her -No pude decir que la quería- She liked me. It was a nice dream. And now I think I really like her... Will you tell her about this?.
Me dijo que ella no se metía en eso y que debería decirle lo que siento, que siga mi corazón. Me hizo gracia.

Estábamos mi amiga y yo en una especie de ciudadela esperando, en eso ella llegó. Al verla me sentí algo intimidado, pensaba que quizás se daría cuenta por mi mirada de que pasaba algo, pero también quería decirle lo que sentía, y empecé a pensar -¿Por qué siento algo tan fuerte por alguien a la que apenas conozco?- que algo entre nosotros nunca podría ser. Es seis años mayor que yo -Vivimos en dos extremos del mundo, hablamos idiomas diferentes, no puede funcionar-. Me deprimía más y más, y simplemente quería que fuese igual que en el sueño; quería estar con ella, necesitaba estar a su lado. Eso era exactamente lo que sentía -Qué cursi.

Por la tarde habíamos quedado con otra amiga que habíamos conocido en una exposición en la capital.
-Can I hug you? -Me dijo otra amiga que hacía de traductora.
-Sure, you can -Le contesté mientras abría los brazos y me acercaba a la que había preguntado.
Era bastante simpática, pero su inglés era escaso, por lo que hablamos muy poco.
-Where do you live? -Pregunté sin pensar.
Mientras esperaba que la chica de mis sueños haga la traducción de la respuesta.
-Haha! She's asking why you asked that. She says that if you want, you can go to her house with her -jeje, reí mientras no decía nada y me lo tomaba como una broma. Que lo era.

Mientras todos comemos sentados en un restaurante, no puedo evitar mirar a la chica de mis sueños. Está frente a mí. Tiene un rostro redondeado, ojos grandes (en comparación con la gente de por ahí) que se aprecian tras unas gafas, el cabello negro, liso y corto. Unas mechas de cabello rodean sus mejillas. Es sencilla, no se maquilla, no viste ropa cara; no le importa lo externo. Le gusta jugar vídeojuegos, ver anime, leer manga, escuchar metal y rock. Es graciosa, diferente al resto de las mujeres en su cultura, y nada tímida -Es perfecta-.

Mis ojos se desvían hacía su escote mientras hablamos -Me gusta-. Aunque repongo la vista en su rostro rápidamente -Se ha dado cuenta.

Decidimos ir a una feria nocturna. Estaba lloviendo y mi amiga caminaba junto con la otra amiga de la exposición bajo un paraguas, mientras nos dejaron a ella y a mí bajo otro -Es el momento perfecto, se lo diré.-. Las luces que nos rodeaban nos iluminaban, la gente se divertía alrededor...
-Quiero estar junto a ti para siempre. Sé que sólo te conozco desde hace unos días pero siento como si te conociese desde hace mucho. Haré lo posible para estar a tu lado, dime que me quedé y me quedaré. Te acompañaré, te escucharé, te curaré, te cuidaré. Quiero estar contigo para siempre -Seguramente se ría si lo digo.


No dije nada. La miré un momento y cuando ella iba a mirarme aparté la mirada frunciendo el ceño con los dedos de la mano derecha en la sien -Oh, Dios, no... Pensará que me estoy aburriendo-. No sabía qué decir, ni qué hacer. Estaba nervioso -Tonto.


Una noche más pensando en ella. Pensaba en qué hacer -Nada- respecto a lo que sentía. Cerré los ojos e intenté dormir.

Otro día más, y ese día era el día del karaoke. Fuimos en coche, y yo me senté a su lado. Eramos 3 en la parte de atrás, y nos sentíamos incómodos. Yo iba al lado izquierdo, ella en el centro, y otra amiga al lado derecho. Hacía calor, y mi brazo derecho estaba pegado a su brazo izquierdo. Podía sentir su calor... estaba caliente, y yo también, pero no podía dejar de pensar en que quizás se sentía muy incómoda, y eso me hacía sentir incómodo. El viaje fue frustrarte. No sabía que decirle y la mayor parte del mismo estuvimos callados.

Una vez en el lugar empezamos a cantar. Ella me acompañó con mi primera canción -Cantas bien, me dijo-. Era mi primera vez en un karaoke. Tenía vergüenza, y me oía fatal, pero aún así lo pasé genial. Pasamos toda la mañana allí, y luego decidimos irnos a visitar un sitio que parecía un puerto. Cuando llegamos, un capullo nos chocó por atrás. La dueña del coche con la amiga que me ofrecía hospedaje se quedaron para arreglar el asunto. Otra amiga, ella y yo decidimos ir a pasear.

Ella señaló el lugar a donde íbamos a ir, y mientras bajaba su mano mi mano chocó contra la suya. Por un momento cruzamos nuestras miradas pero las apartamos rápidamente. Llegamos a la parte más alta del lugar y nos sentamos para beber y comer algo. Hablamos y nos reímos. Fue agradable.

Aquella noche preparé mi maleta. Me marchaba la mañana siguiente. Sentía pena y rabia. Rabia al no haber hecho nada, y pena porque quería más tiempo -Para no hacer nada.

Desperté, me duché y salí con mi maleta. Pero antes decidimos ir a desayunar. Quedamos con ella y me dijo que podría dejar mi maleta en el coche de su madre que estaba en el aparcamiento del edificio, para luego coger la moto. Así lo hicimos -Podría decírselo cuando regrese a por mi maleta, sería mi última oportunidad, estaremos solos en el aparcamiento... podría salir bien-. Tampoco.

Ya estaba en la estación de tren, era el momento de despedirnos. Su cultura no está acostumbrada a mostrar afecto en la calle por lo que los saludos y despedidas son simplemente moviendo la mano o con mini reverencias. Ella es diferente. Me miró y mostró una sonrisa algo triste para luego abrir los brazos y acercarse un poco hacia mí. Yo me quedé un poco sorprendido pero me acerqué rápidamente para abrazarla. Quería sentirla por última vez, por lo que duró un poco más que un abrazo normal.

Y recordé todos los pequeños detalles. Cuando me miraba con la cabeza baja pero los ojos fijos y una sonrisa algo pícara y tímida a la vez; cuando tarareaba y se movía al ritmo de la música que yo elegía y cantaba en el karaoke; cuando bromeaba conmigo; cuando me hacía pequeños regalos; cuando me decía que me extrañaría.
-You think too much.. -Solía decirme.

Los días siguientes fueron los peores. Me sentía fatal; me sentía deprimido. Quería volver, pasar más días con ella y decirle lo que sentía, pero no -Qué tonto soy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Algo que contar?